~Winter Fall~
Bringing a new season, the snow that overflowed from my palms glitters fleetingly
Pure white time has been swept away in the wind, bringing a new season
Even now in my heart I watch the feelings fall and pile up
I floated through an invisible sigh
Estado: Atareada
Música que escucho: Cherry Lips (Garbage)
Download: Into the Dark (cap11)
El 19 de julio iniciaron mis vacaciones de invierno, dos semanitas de libertad (bueno, no completa libertad, considerando que estuve preparando una monografía para presentar en un final). Aparte cobré el aguinaldo, así que estuve un poco menos pobre que el resto del año.
El 27 de julio viajé a Bariloche, hermosa ciudad ubicada en la provincia de Río Negro, Argentina. Mi tercera visita, la conocí en el invierno de mis 14 años, y volví en el verano de mis 18, pasó mucho tiempo desde entonces. En cada estación tiene su encanto, pero estaba deseando volver en invierno porque me fascina la nieve. Un conocido prestó a mi mamá alojamiento, así que estas vacaciones de invierno aprovechamos. A diferencia de las veces anteriores, nos transportamos en avión; ir en micro o auto toma unas agotadoras dieciséis horas de viaje, con el vuelo llegamos en menos de dos horas.
Nos alojamos en el Club Hotel DUT Bariloche. Un complejo acogedor y muy bien calefaccionado, aunque el Wifi malísimo (tuve que gastar todo el saldo de mi móvil y hasta recargarlo). Un terreno ideal para hacer ejercicio, para salir al exterior hay largo tramo con unas cuantas escaleras y algunos suelos empinados. Últimamente ando físicamente floja y me gustaría hacer más ejercicio, pero odio los gimnasios, concluí que necesito una casa en la loma del culo con 50 escaleras, para hacerlo de forma más natural (?). Hice más ejercicio en cuatro días, que en todo el resto del año (hasta me hizo bajar unos kilos). Sin embargo, necesitaría que cerca de la loma del cu se encuentren montones de negocios… En los alrededores solamente hay un pequeño almacén que tiene casi nada, un día salí precisando pañuelos descartables y no había, así que tuve que esperar a llegar al centro, tampoco tenía ciertos comestibles básicos como lo es el pan. Hay unos 40 minutos de viaje en bus hasta el centro, bastante.
El primer día fui a patinar verán que soy alumna digna de Victor Nikiforov y a recorrer algunos comercios del centro. Hace tiempo había solo una pista de hielo, recientemente abrieron una más (adentro de la chocolatería Rapa Nui). En una feria al aire libre quedé encantada con un puestito de venta de abrigos con muy originales diseños, compré el abrigo azul y verde que podrán apreciar en las fotografías. En un negocio de la peatonal compré el cubreboca de zombie. ¡Y encontré una comiquería!, en ella conseguí una figura SD de Loki que quería desde hace tiempo.
El segundo día visitamos el Parque Municipal Llao Llao y el Centro Cívico. En otra feria artesanal compré el adorno de vidrio del gatito brujo.
El tercer día llovió muchísimo, así que nuestra excursión al Sendero de los Arrayanes se canceló. Terminamos yendo una vez más a recorrer comercios del centro, esta vez para comprar obsequios a parientes y conocidos, más que nada dulces. En principio el plan era hacer eso el último día, lo adelantamos. Obviamente me tenté a comprar golosinas para mí también, una caja de alfajores El Bambi de chocolate rellenos con dulce de leche (mis alfajores preferidos, siempre que alguien viaja a Bariloche le pido que me traiga) y una caja de bombones de El Reino de los Chocolates (la cajita de cuento de hadas es una belleza, me la guardo como alhajero).
¡El cuarto día cayó nieve! Cuando llegamos el paisaje estaba bien cubierto de blanco (a causa de una fuerte tormenta de nieve que hubo una semana atrás), pero no estaba nevando propiamente. Justo para el último día, para despedirme con su majestuoso espectáculo, los preciosos copos decidieron descender del cielo. Estrené mi chaqueta peluche color rosa de marca Momoko (comprada en la Galería Bond Street -en Buenos Aires-, más específicamente en la tienda Kalaka), ¡la adoro! Descubrí que en un salón de la recepción del DUT pusieron máquinas de videojuegos, jugué al pinball y al Mortal Kombat 3 (no demasiado tiempo porque el precio de cada ficha me pareció excesivo).
En resumen, pasamos la mayor parte del tiempo en el centro, donde compramos muchas cositas geniales y ricas; y disfrutamos de unos paisajes bellísimos, donde sacamos muchas fotos (mi objetivo principal del viaje).
En cuanto a restaurantes de por allá, recomiendo muchísimo La Taberna DUT; pedí un plato de sorrentinos cuatro quesos con salsa fileto y, yo que soy exigente con las pastas, puedo felicitar al chef (aparte de buen cocinero, un tipo muy simpático). Mi dedito para abajo va dedicado a la Cervecería Patagonia; mi “menú seguro” suele ser supremas o nuggets de pollo con papas fritas, es muy raro que no logren complacerme con algo de pollo (con las pastas y la carne vacuna soy más complicada), pero para mi sorpresa, me dieron unos nuggets horribles que parecían piedras.
Esta vez, mi hermana no fue con nosotras porque se tomó vacaciones un par de meses antes. Tiene tres semanas de vacaciones al año y puede elegir cuándo cumplirlas. Su sueño durante años fue viajar a Rusia, así que ahora que trabaja se puso a ahorrar y recientemente pudo darse el gusto. Hizo escala en España, donde permaneció una semana, y las otras dos semanas las pasó en su querida Rusia. Les presumo los bellos adornos que me trajo, dos muñecas y un huevo Fabergé (también me regaló unos chocolates Lindt Lindor, que desaparecieron en tan solo dos días).
Estando en Buenos Aires, fui un par de veces hasta la Capital Federal para recorrer negocios. Tengo especial obsesión con Todo Moda y Onda Shop, cada vez que paso cerca de uno de sus locales se me van los ojos, irradian tanto color y lindura. Compré algunos accesorios muy al estilo "Decora fashion", un llavero y útiles escolares. Venden muchos artículos de unicornios y llamas (digo que la llama es "el unicornio argentino", por su cuteness y su popularidad de este lado del mundo). Mi artículo preferido es la lapicera del unicornio boxeador, es tan bizarra y adorable a la vez.
Toca volver al trabajo y al profesorado, pero al menos con útiles bonitos a estrenar. Y ustedes, ¿cómo pasaron sus vacaciones?