Pirate’s Love Song


~I am a pirate you are a princess~
Is there a hole in your heart or am i mistaken
I can see your capillary veins
You be the patient i'll be the surgeon
I am a pirate you are a princess
We could sail the seven seas

Estado: Creativa
Música que escucho: Eternal Snow (Changin' My Life)
Download: Nada...

Endless Story: “ El episodio titulado "Reflejo entre reflejo" sigue en proceso. Masako perdió a su animal de felpa favorito, pero entonces encontró a un chico con cola y orejas de ardilla, rasgos que la hicieron creer que se trataba del mismo luego de una transformación mágica. Rafic Meier, el nuevo amigo de Masako, es otro de los personajes de Suan. En un futuro transcribiré algo de ellos dos al blog, pero en este artículo verán más del desarrollo de la historia de Masamune y Engel, justo después del encuentro de la niña con "el señor ardilla". Y por cierto, Masamune ama cuando su prometida en ciertos momentos de tensión cambia de lengua para expresarse en ruso, así como Homero se derrite al escuchar a Morticia hablar en francés XD...


Vio a Engel con móvil en mano, se preguntó si le estaría escribiendo a ese tipo. Se acercó y le arrebató el aparato. –Estás con nosotros ahora y queremos toda tu atención.-, le dijo presionando el botón de apagado. Rotó su mirada para ver hacia donde Masako se encontraba, estaba entretenida despidiéndose del muchacho, así que aprovechó esa distracción. Volvió a dedicar su mirada a Engel. –Supongo que él está esperando impaciente tu regreso...-, dijo refiriéndose a Lenka. – Si sabe que te encuentras conmigo, debe estar preocupado... Lamento no ser protagonista en tu historia, más bien soy el clásico prometido indeseado de la novela cuyo amor nunca será correspondido, ¿verdad?-, dijo y luego rió amargamente. –Yo… quiero preguntarte algo, pero este no es el lugar indicado. Me gustaría que visites nuestra casa esta noche, cuando Masako se duerma quiero que me concedas algo más de tu tiempo, para hablar sobre el pasado…


Terminaba de mandar el mensaje cuando una mano pasó a quitarle su móvil, y alzando la vista, lo primero que vio fue aquel rostro que marcaba un enojo en el reflejo que se acompañó con aquellas palabras, su ceja se frunció por ver ese atrevimiento.

-No tengo nada que arreglar ni hablar.-, Emitió buscando arrebatarle su móvil. -Las cosas seguirán como estaban, así de simple.-, Decidió evitar la atención con el mayor, era mejor concentrarla en cualquier punto, y es que hasta el oso que regalaba globos parecía mucho más interesante que mantener una plática con el otro.

Volviendo la vista decidió aceptarlo por lo que notaba. -Bien, pasaré luego de ir a mi casa, pero, te advierto que él sabrá que estaré allí.-, Emitió mirándolo a los ojos. -No deseo que sea la "plática" de la última vez.-, Dijo con recelo. El resentimiento estaba claro pues cada vez que hablaban pasaba algo, le tenía miedo aún cuando no deseara reflejarlo.


-Debo ser algo masoquista, porque aún cuando me tratas como la peor basura sigues pareciéndome hermosa. Acabo de pensar que incluso enojada te ves bella… Tu frialdad es provocativa. Aunque me gustaría que al menos por un momento me trataras dulcemente como en los viejos tiempos. Como una encantadora “tsundere”, como le llaman de donde vengo. Recuerdo cuando tenía permitido descansar sobre tu regazo, mientras acariciabas mi cabello y apéndices felinos. Recuerdo cuando aún me dedicabas sonrisas, cuando me abrazabas, cuando me dabas aliento si algo me abatía. Recuerdo cuanto te preocupabas y me cuidabas si enfermaba. Recuerdo cuando acudías a mi si tenías algún problema, y me dejabas consolarte. Recuerdo cuando me dedicabas tu música. Recuerdo cuando te interesabas por mi trabajo, y me motivabas a dar lo mejor de mí. Recuerdo tu tacto sobre mi piel tatuada, quedaste fascinada con mi primer tatuaje y por eso me hice el resto… Añoro esa época, me pregunto por qué… No, no diré más nada por ahora, lo hablaremos con tranquilidad más tarde.-, le dijo a su amada, y retomó el paso para continuar recorriendo el parque.


Oía aquellas palabras, y cada una de ellas era un flash hacia el pasado, aunque, era todo verdad, en realidad... No, no era necesario que recordara lo que fue, lo que sintió por ese hombre, porque podía caer sin mayor remedio a un circulo de ilógica, era mejor sólo continuar cada uno con sus papeles, olvidar que algún día un sentir especial existió.

-Eso es el pasado ya...-, Decidió sólo terminar con eso, pero, cuando hizo mención a ese tatuaje único en el pasado, le hizo sonrojar sin mayor remedio, era una digna señorita que no debía estar tocando el cuerpo de un hombre sin más, pero al verlo sólo deseo tocarlo, se había estado negando desde que lo vio a sentir una especie de atracción por él pero ahora...

Mordió su labio desviando su mirada, no debía de pensar nada, no debía de sentir ni tener la idea de que debajo de esa ropa había arte vivo, un cuerpo con destellos de pintura que hacía que los pigmentos en mezcla con algo artificial creara diseños maravillosos, no dudaba del buen gusto de aquella persona.

Suspiró sin mayor remedio al pensarlo, y miró el dorso de la mano del mayor casi deseando tocar, pero, sólo continúo su paso apartándose de una especie de tentación.


Guió a su hija hasta el carrusel. El caballo comenzó el galope en aquella ruleta, y la pequeña montada sobre este mostraba una adorable sonrisa.

Su amada estaba muy callada, y percibió que cada tanto fijaba su mirada en él, con una tímida expresión que lo encantaba. –Sonaré egocéntrico, pero amo cuando fijas tus hermosos ojos en mí. La atención de miles de fans no puede lograr que me sienta emocionado como cuando logro captar tu mirada. Y por cierto, es una lástima que ocultes un rostro tan lindo con gafas oscuras. Prefiero cuando no las usas, como ahora, porque puedo leer mejor tus expresiones. ¿Puedo saber a qué se debe que me mires tanto de pronto?, ¿acaso mi atractivo finalmente está logrando provocar fantasías en tu mente?-, le dijo a Engel, arrimándosele cada vez más.


Seguía sus pasos un tanto más atrás para evitar cualquier contacto visual con él otro, y en ese momento reparó que sus gafas no estaban, no recordaba en que segundo las perdió, pero, ahora estaba en desventaja delante de los ojos de mayor, no era realmente un problema para su marca porque se ocultaba con su flequillo, pero, aún así no era de su agrado andar sólo así.

-Yo...-, Titubeo al sentirse tan desprotegido, pero, lo más importante fue avergonzarse así mismo al tener cierta verdad el comentario del otro, así que los colores asaltaban a su piel. -J-Jamás tendría fantasías contigo…- Le dijo en ruso casi gritándole esa negación, sintiéndose ahora como un pervertido por tener la sola idea de ver al otro desnudo para conocer sus tatuajes, nunca antes tuvo ese problema, había visto varias mujeres y hombres desnudos, pero, ahora…. Se apartó huyendo hacia uno de los puestos enfrente de ese juego para comprar unos de sus bocadillos.


Masako bajó del carrusel, y juntos fueron hacia el puesto donde Engel se encontraba. Compró a la pequeña un helado de chocolate, y esta le preguntó si él no comería. –En este momento solamente hay algo que me apetece comer, pero no es algo que pueda comprar, solamente tu madre puede prepararlo. Quizás me deje probar un poco cuando lleguemos a casa.-, dijo disfrazando el verdadero significado para la niña, haciendo referencia a su agridulce caramelo. Lo dijo con la intención de incomodar a Engel, pues deseaba ver aquella adorable expresión avergonzada una vez más.


Compró una banderilla así que la esperaba con mucha calma, y no deseaba regresar aún con ellos porque sus mejillas estaban levemente calientes, seguro el carmín aún resaltaba en su tez clara, escuchó la voz de la pequeña cuando llegó a su lado viendo también al mayor al poco, sólo desvió la mirada, lo suficiente para saberse salvado al escuchar que su pedido estaba listo.

Apenas la punta de su lengua sintió el sabor dulce de la capsut cuando escuchó aquel comentario vulgar del mayor, uno inocentemente ocultado para los puros oídos de la menor, pero, que... Su cuerpo quedó congelado, pues sencillamente una mezcla de reacciones, la inocente mujer que pasaba a estar toda apenada deseando gritarle "Pervertido", y el hombre que deseaba patearlo.

En el acto terminó haciendo una mezcla de las dos cosas, huyó apenado tras estrellarle su banderilla contra la boca casi como si esperara que se ahogara, aunque más porque a deseo de no verlo no vio la trayectoria, siguió sus pasos rápido hacia la multitud pues no deseaba que viera el resaltar del carmín sobre sus mejillas principalmente.


Un ataque que le resultó sorpresivo y adorable, cuando volteó vio a su prometida perdiéndose a la distancia, entre la multitud. Saboreó la banderilla. Llegó a tocar la boca de ella, eso la hacía más deliciosa. Supuso que esa noche tendría que conformarse. –Tu madre quiere jugar a las escondidas, vayamos a buscarla.-, dijo a Masako.

Caminaron unos minutos, hasta que se detuvieron en la sección de atracciones acuáticas. Imponente, allí se encontraba uno de los mayores atractivos del parque. El barco pirata, un simulador muy popular entre los visitantes del parque. Quería subir a bordo, pero era un juego que deseaba disfrutar con su prometida. Se preguntaba si la encontrarían o ya habría regresado a casa, cuando entonces Masako la vio y comenzó a hacerle señas para llamarla…


En su mente sólo estaba la idea de alejarse, era mejor irse de una vez a su casa, pero, estuvo tanto tiempo tratando de alejar esas cosas de su mente, el detalle depravado que el otro sembró en su imaginación que a final terminó siendo jalado por la multitud misma dando vuelta hacia otro punto del parque de atracciones, viendo uno que parecía muy llamativo para muchos.

Lo miró con tranquilidad ya que aunque no quisiera aceptarlo, era una buena atracción, giró sobre sus talones para irse, pero, no pudo dar ni un paso porque vio a la pequeña, notando inmediatamente al mayor, eso era un cruel juego del destino.

Rozó una de sus propia mejillas en el gesto de acomodar su flequillo, aunque sólo era para asegurarse de que no estuvieran más rojas, no le quedó más que caminar hacia donde estaba la pequeña pues no podía dejarla sola allí ahora que la había notado, llegó a su lado escuchando sus palabras, prestándole toda la atención porque no pensaba mirar al otro ni escucharlo estaba indignado con él por sacarle esos gestos tan vergonzosos.


Masamune arrastró a sus dos acompañantes a bordo del barco. Cuando se juntaron quince participantes, zarparon. Una guía, disfrazada de sirena, apareció en escena para explicar el juego. –Sean bienvenidos a bordo de El Espectro. Yo soy su guía, pueden llamarme Marina. Estamos viajando a una isla artificial, donde se encontrarán con un pequeño reino. Allí los dividiré en dos clases, piratas y la realeza. Los piratas han anclado para saquear el lugar. Buscan tesoros y prisioneros. Se le asignará a cada pirata una alcoba en el barco para depositar sus botines. El que consiga más prisioneros y coronas es el ganador. En cuanto a los príncipes y princesas dueños de las tierras, aquel que logre permanecer libre hasta el fin del juego será nombrado rey o reina del lugar, es decir, será el ganador. En cuanto a los piratas más jóvenes, puede ser peligroso para ellos moverse en la isla, pero podrán divertirse con una búsqueda del tesoro dentro del barco, mientras mis hermanas sirenas estarán al tanto de su seguridad.-

Bajaron del barco y la guía hizo la división de grupos. Masako permaneció en la embarcación con otro niño, a Masamune le fue entregado un sombrero de pirata y a Engel una corona. Un chico y una chica con coronas, hermanos, se acercaron al actor. -¡Capitán Dragón!, somos sus admiradores y nos entregamos a usted-, dijo el príncipe. -Nos declaramos voluntariamente sus fieles sirvientes.-, dijo la princesa. –No voy a aceptarlos, porque yo jugaré a mi propio juego. Sólo me interesa atrapar a una persona.-, respondió Masamune acercándose a Engel. –Eres el único tesoro que me interesa ganar en esta competencia. Harás lo que yo te diga por una semana si te capturo, ¿aceptas el reto? A menos que seas cobarde y creas desde el comienzo que vas a perder-, dijo a su prometida.

Esta entrada ha sido publicada en Mis obras, Rol y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

3 Responses to Pirate’s Love Song

  1. Suan dijo:

    Masa es un tramposo xD! y si Engel pudiera se negaria a hablar en ruso, XD pero para mal lo hace sin darse cuenta cuando anda nervioso o cosas asi xD jajaja asi que ni modos seguira conquistando a masa xD

  2. Venecia Lamperouge dijo:

    -Дорогая моя (Dorogaya moya = Mi querida), habla más en ruso para mí-, Masamune cubre de besos la mano de su prometida.

  3. Suan dijo:

    XD! jajaja que no se aproveche o terminara en un jaula

    lo promete xD! lo casi jura xD

Responder a Venecia Lamperouge Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *