※ White Song ※

~White Song~
I dream of a world in a peaceful sleep
Snow falling gracefully down, rejoice in winter's deep charm
Yes on and on falls the snow, like diamonds from the sky
Our broken hearts - paint them white
Lead us into a wonderland
Pure as the snow - virgin white
A new beginning

Estado: Creativa
Música que escucho: Sally’s Song (Fiona Apple)
Download: Nada...

Endless Story ya se convirtió en uno de mis vicios. Cada tanto publicaré en el blog algunas de las escenas producidas para el foro. Debería terminar de ver unas series que tengo pendientes, ¡pero esta semana fui completamente atrapada por la escritura! Me apasiona escribir historias de amor.
En la conversación MSN que da pie a este artículo, Suan menciona un manga que terminé leyendo y me gustó, Porno Superstar, ¡se los recomiendo!

Venecia dice:

Masamune lo viola (de nuevo) en 3, 2, 1... ♥
Suan dice:
Pobre Engel, ¡tu Masa lo dejará con muchos traumas!, o de plano se vuelve masoka XD!!!
Venecia dice:
¿A qué edad dejó de vestir prendas femeninas?
Suan dice:
A los 13 dejó de usar vestidos (que era prácticamente todo lo que usaba antes, vestidos muy monos)...
Y dudo que Engel vuelva a vestirse de mujer algún día, o quien sabe, tal vez alguna vez XD!!!
Venecia dice:
Masa lo vestirá de maido en alguna noche de pasión (♥)
Eso le pasa por enamorar a un japonés (?)
Suan dice:
Jajajaj, ajam, culpa a su nacionalidad por su fetichismo…
Sólo acepta que es un pervert XD! Debes de aceptar sus tendencias lujuriosas!!
Era una monita niña Engel !!! y Masa un lolicon !!!
Venecia dice:
Emm, es que... es griego.
Suan dice:
XD!!! Excusas.
Venecia dice:
Ya sabes, en la antigua Grecia era común que un adulto tuviera relaciones con uno mucho más joven (?)
Suan dice:
Ajam XD Jala lo que le conviene de cada cultura…
¡Malvados mangas que me hacen tener malvados pensamientos con la malvada mente de Engel!

Vimos ese tatuaje y nos preguntamos si cierta personita también tiene uno por allí XD… y le provocó lamer…
Venecia dice:
Puede tener un tatuaje allí si así lo desea 😉
Suan dice:
Debo dejar el fetiche por los tatuajes, aunque para mal, todos mis niños lo tienen!!!
Venecia dice:
¿Cómo se titula el manga?
Suan dice:
Porno Superstar.
¿Cuándo se hizo el primer tatuaje Masa?
Venecia dice:
Digamos que al comienzo sólo tenía en los brazos, a los 18.
A los 20 se hizo en torso y piernas también.

Sicarius dice:
¿Sigues en el foro?
Venecia dice:
Sep, es complicado tener una hija cuando querés violar a alguien XD
Sicarius dice:
Métela a practicar un deporte, clases de piano, ballet, pintura…
Necesitas tenerla fuera de la casa para que no escuche los gritos…
Venecia dice:
Pero es una escena cuando apenas llegaron al lugar…
- Masako, los adultos necesitamos conversar a solas. Se una buena niña y permanece en el recibidor.
Recordé a Carl... Carl, quédate dentro de la casa, ¡dentro de la maldita casa!
Sicarius dice:
Si escuchas gritos, no son de auxilio, son de placer (?)

Traspaso algunos fragmentos de la historia que estoy escribiendo con Suan, por el momento el único usuario con el que tengo contacto en el foro. Si desean seguir nuestra historia en detalle, aquí está el link al episodio actualmente en proceso, Destellos de pesadillas: http://s4.zetaboards.com/Endless_Story_2/topic/9791038/1/ (Los post solamente pueden ser leídos por miembros, así que de no tener una cuenta deberán crear una).

Masamune llegó a su nueva casona, y finalmente logró reencontrarse con su prometida.
(En la calle)

Escuchar esa dulce voz pronunciar aquel saludo en ruso le trajo dulces y amargos recuerdos del pasado. Tras aquel reencuentro vino a su mente la imagen de su amada en su treceavo cumpleaños. Aquel día de crudo invierno la joven lucía un elegante atuendo albar que él le había obsequiado, su largo cabello plateado recogido con un lazo del mismo color que su vestimenta, y su piel blanca se veía palidecer por el frío. Parecía fundirse con el hermoso paisaje nevado. Él se sentía cautivado por aquella mujer de las nieves, una víctima del amor. Aquella belleza despiadada lo estaba matando con la indiferencia, congelando su corazón.
La mente de Masamune volvió al presente, estaba completamente perdido en los preciosos ojos aguamarina de Engel. Esta de pronto se mostró incomoda y desvió la mirada rompiendo el contacto visual, y acto seguido se puso las gafas oscuras que llevaba en la mano.
La imagen de Engel del presente le hubiera parecido perfecta de no ser por un detalle, notó que esta tenía orejas de panda. Sintió el deseo de arrancar esas dos farsas, pero recordó el lugar en el que se encontraba y contuvo su enfado.

Engel actuó como si fueran desconocidos, irritando a Masamune.
(Dentro de la casona)

- ¿Acaso he cambiado tanto en los últimos cinco años que no me reconoces?, ¿o eres feliz negando nuestra relación?... ¿Por qué muestras esas dos farsas sobre tu cabeza?, ¿tanto me detestas?...

Masamune repentinamente acorraló a Engel contra la pared de la habitación. El rechazo despertó su ira. Aquellos apéndices de panda, que en el pasado le habían parecido adorables, ahora lo irritaban porque demostraban cuanto su prometida había odiado perder la virginidad con él. Bruscamente tiró de aquellas orejas redondas y peludas que se asomaban entre los plateados cabellos, con la intención de arrancarlas como si fueran de juguete, pero se sorprendió al sentirlas tan reales...

Una queja escapó de sus labios cuando sintió la tortura en sus orejas, ellas buscaron sacudirse para librarse, y su mano golpeó la opuesta para ayudarle. -Me lastima.-, Emitió con voz dolida por el sentir sobre sus orejas que eran demasiado reales como para saber que no podían salir de allí sólo jalándolas.

Buscó apartarse, era momento de escapar, no importaba nada ya, sólo huir lo más lejos posible. Buscó separarse, pero un movimiento podía hacer que se acercara más al cuerpo opuesto, así que sólo buscó golpear el estomago de este.

Por un momento sintió que su pasado había sido una mera ilusión. Nunca existió tal compromiso con la hija de los Matvéyev. La noche en la que había poseído aquel delicado cuerpo fue una fantasía. Masako no había nacido... No, claro que no, todo lo que había vivido hasta ese momento, alegrías y tristezas, todo había sido muy real. Sabía que al volver al recibidor encontraría a su adorada hija. La persona que tenía frente suyo sin dudas era su querida prometida. Bruscamente jaló del brazo de esta, con fuerza la arrojó al sillón y la capturó debajo de su cuerpo. Aquel fenómeno resultaba inexplicable para él, pero si aquellas orejas eran verdaderas, entonces estaba decidido a volver a penetrar aquel hermoso cuerpo para que volvieran a desaparecer. El cuerpo debajo de él se sacudía en un intento de librarse, era más fuerte que años atrás, pero no lo suficiente.

Buscaba rasguñar, patear, golpear donde fuera para que lo soltara. -Déjame.-, Le gritó, logrando soltar una de sus manos para golpearlo, aunque sólo hizo que sus dedos jalaran el parche que cubría la mirada opuesta.

-Masamune.-, Acarició con miedo aquel nombre, lo recordaba perfectamente ahora, enfrente suyo estaba el hombre que corrompió su cuerpo, esa persona que lo traicionó tan cruelmente, y… Ahora… no, no deseaba repetir esa historia… -¡Déjame!-

Un cristal cortante directo a su ojo derecho. Oscuridad. Tras el agudo dolor, su ojo izquierdo retrató la imagen de un pálido cuerpo desnudo, aquel que le había dado placer carnal, salpicado por la sangre que había emanado de la herida. Nieve carmesí. Aquella visión fue recordada por Masamune en el momento en el que le fue arrebatado el parche. Su ojo derecho llevaba la marca de un amor fatal: Cicatriz en el parpado, un ojo completamente inutilizado que había perdido el tono azulino. Aunque fuera lastimado miles de veces jamás renunciaría.