~Mienaikara ne!?~
It's a disaster, go away bad spirits
Even if I am not trying to see, I still can see
Since when were you here?
Danger Men Sick Girl, I am gonna pretend that I don't notice you
Be gone like nothing happened!?, I don't want you to

Estado: Preocupada...
Música que escucho: Midnight Pretenders (Tomoko Aran)
Download: Juegos

Dejando atrás la imagen de nuestra preciosa enfermera Sonico a modo de recordatorio de lucha contra la pandemia, es hora de renovar los aires, esta actualización viene acompañada con nuevo layout.
Comienzo este nuevo segmento de recomendaciones con el anime que ahora viste mi blog. La primera recomendación del día es “Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru” (La muñeca de porcelana se enamora), también se le conoce con el título “My Dress-Up Darling”, una serie de recuentos de la vida que despertará emociones en todo amante del cosplay, más si lo ha experimentado en carne propia. La historia gira en torno a la relación de Wakana Gojō y Marin Kitagawa, un chico introvertido con terror al rechazo comienza a abrirse al interactuar con una señorita primorosa que le inspira a aceptarse tal como es. Él es un joven trabajador y habilidoso, heredero del negocio familiar, que aspira a convertirse en un gran diseñador de muñecas japonesas tradicionales. Ella es una muchachita enérgica y sumamente atractiva, fanática del anime y los juegos eroge, que sueña con convertirse en una reconocida cosplayer y se encamina en su objetivo gracias a la ayuda de su nuevo amigo. Es una relación beneficiosa para ambas partes, él aumenta sus destrezas en la producción de vestuarios a la vez que cumple el sueño de su preciosa modelo de carne y hueso, aparte juntos se divierten muchísimo. Gojō es el “Tomoyo” que toda cosplayer desearía tener, el chico disfruta preparando trajes maravillosos para su modelo estrella y viéndola lucirlos llena de felicidad, ya sea en una sesión de fotos privada en casa o aventurándose entre la multitud de un evento. Kitagawa es la amiga/novia cosplayer que todos los otakus anhelamos, una alocada fangirl dispuesta a vivir en carne propia cada una de sus ficciones favoritas.
Cualquier espectador envuelto en el mundillo del cosplay, el manganime y los videojuegos, encontrará en esta serie material para identificarse y fantasear. Yo, personalmente, llegué a identificarme con ambos personajes. Como Gojō, yo también sufrí rechazo por parte de compañeros de clase a causa de mis aficiones y fui una estudiante bastante solitaria la mayor parte del tiempo. Como Kitagawa, me la paso fangirleando por mis personajes preferidos, me encanta vestirme como ellos y comprar coleccionables. Los envidio porque se complementan de una manera perfecta; lamentablemente, por ahora sigo sin encontrar a esa personita especial que se prenda a todos mis planes, quizás algún día.

Aparte les recomiendo “Maōjō de Oyasumi” (Buenas noches en el castillo del demonio), también se le conoce como “Sleepy Princess in The Demon Castle “, una historia demasiado adorable y graciosa que nos presenta a la princesa Syalis, quien raptada por el rey demonio, busca transformar su celda en una acogedora habitación apta para su actividad predilecta: ¡dormir! Para esta damita, no hay nada más sagrado que el sueño y, con tal de lograr las condiciones más apropiadas para alcanzar el profundo descanso, pondrá el infierno patas para arriba y arriesgará su propia vida. En cada episodio, la princesa de apariencia dulce e inofensiva se las apaña para traspasar las rejas y acosar demonios, todo sea para apoderarse de objetos diversos que le propicien una estadía más cómoda y así vencer a su peor enemigo: el insomnio.
Sin dudas, una de las series más moe que existen. La princesa es la combinación perfecta, tierna pero caótica. El diseño de personajes de nuestra protagonista es una belleza, Syalis es especialmente llamativa, con sus tonos pasteles, y ojos perezosos con destellos estrellados como la noche. Los ositos demoníacos son adorables. Red Siberian, uno de los sirvientes principales del rey demonio, se lleva algunas de las escenas más simpáticas, es divertido verlo convertirse en el perrito faldero de la princesa. La realidad es que todos los demonios terminan rendidos ante los encantos de la damita somnolienta, esta serie tiene su lado harem inverse. Alto síndrome de Estocolmo, pero la shippeo con Tasorage, el rey demonio (me recuerda a Satan de “Puyo Puyo”), me ganó con la escena de la pijamada.

Pasemos al último título del día, que se convirtió en una de mis obras preferidas de todos los tiempos, me refiero a “Mieruko-chan: Slice of Horror”, recuentos de una vida escalofriante. La historia nos presenta a Miko, una chica que un día comienza a ser capaz ver a todos los entes paranormales que merodean en el plano terrenal. Trata de convivir con estos seres ignorándolos, fingiendo que no puede verlos, para no llamar la atención, mientras tanto busca si existe alguna forma de repelerlos. El retrato de una vida típica de estudiante de secundaria, que asiste a clases, comparte la mesa con familia y sale a divertirse con amigas, siempre termina viéndose manchado por la oscuridad, en cada rincón acecha alguna presencia siniestra que hiela la sangre. La ambientación donde lo ordinario se funde con lo macabro es sensacional, el diseño de los seres sobrenaturales es perfectamente horripilante. Es una obra que tiene de todo, puede ser terrorífica, erótica, graciosa e incluso fuertemente emotiva, y tiene sus giros inesperados. Los personajes son agradables, cada uno tiene su encanto. Me siento especialmente afín a Zen Tohno, el misterioso profesor sustituto que nunca recuerda los nombres de sus estudiantes (jaja) y ama a los gatos. También un tanto con Yulia Niguredō, la tsunderesolitaria aprendiz de médium, competitiva y con un profundo deseo de hacer amigos (sus accesorios de honguitos son adorables). Afortunadamente, el manga está publicándose en mi país y, obviamente, lo estoy comprando.

En Otaku Store compré un par de remeras de este anime, una de Meme-chan (la mascot de Miko) y otra Yulia centric. Busqué accesorios que hicieran juego, en Marambay compré una pulsera de cuentas protectoras como la que utiliza Miko en sus intentos de librarse de las apariciones (la hematita absorbe las energías negativas de la gente que nos rodea -para todos los que lidian con público en general- y la amatista equilibra nuestro cuerpo, mente y espíritu -para casos de estrés y agotamiento nervioso-) y en tiendas random los pendientes/pulsera de honguitos.